martes, 10 de mayo de 2011

Carta para Cenicienta

Entre los papeles que se encontraron en el viejo sótano de una casa abandonada, con los cristales rotos y las cortinas de colores ondeando al viento, había una carta. Estaba dentro de un sobre y quien lo halló decidió abrirlo porque no decía a quien iba dirigido. Pero una vez que leyó su contenido entendió que quien remitía la carta se despedía de un personaje de cuento, porque aparte de firmar como "Tu Hada Madrina", decía que cuando llegase la hora y el reloj diese la última campanada de medianoche, la niña debería marchar sin mirar atrás, teniendo buen cuidado de no dejar siquiera un zapato en la escalera, ya que allí no estaría su príncipe, sólo personas, un vacío, su recuerdo y un Hada.


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