domingo, 26 de junio de 2011

Un paseo igual que el de ayer

Uno no es viejo por cómo se siente, si no por cómo siente lo demás. Después de unos años sin dar el paseo con el que tanto disfrutamos, nos pusimos en marcha para hacer aquel recorrido. Los árboles habían crecido, los postes que eran nuevos entonces, ahora se pudren. Vimos casas nuevas, casas abandonadas a medio construir, y un jardín que en su día fue la envidia de muchos, hoy sólo es un recuerdo. Ya no estaba escrito "las salinas" con mirtos, ni estaban aquellas adelfas de flor doble que sólo veíamos allí. Las puertas de forja blancas que franqueaban el paso hoy no estaban, es ahora la maleza quien hace ese papel, seguramente protegiendo con espinas ese jardín que un día fue maravilloso. De ese lugar, el primer recuerdo que tengo es el de una niña tropezando y rompiendo un tiesto, y aunque me lastimé, todas las lágrimas que lloré fueron por la maceta. Y el último, el de hoy, haciendo que sienta viejo aquel día.

miércoles, 1 de junio de 2011

¿Al mirar una Oruga ves una Mariposa?

Si a alguien le ocurren cosas extraordinarias todos los días, puedo asegurar que ve lo maravilloso de las cosas cotidianas. Me gusta que esos acontecimientos corrientes, que pasan desapercibidos normalmente, sean protagonistas por un día, y así cada día varias cosas sin importancia se transforman en algo sorprendente. No sé qué es lo que transforma lo común en lo que no lo es, pero me entretiene ver el cambio.