lunes, 30 de mayo de 2011

Bandera Pirata

Cualquier cosa que desaparece de forma misteriosa en una casa, pasa a formar parte del botín del cofre de un Pirata. Lo sé porque de casualidad, y no por seguir un mapa, descubrí en la isla del tesoro su escondrijo. No guardaba oro; a ciertos piratas les atraen los pequeños objetos, que solos no valen para mucho: una ficha de rummikub, otra de un puzzle, una goma de borrar, el lápiz de un juego, una cera azul, una concha de la playa y una llave. Todo aquello era obra del más temible filibustero. Por supuesto no toqué nada, sólo la llave, que coloqué en un lugar diferente esperando que me llevase de nuevo a aquel lugar, pero no, la llave se esfumó. Eso y algo extraño dibujado en la pared confirman que en la isla hay más tesoros enterrados.

martes, 24 de mayo de 2011

Year of the Cat

Todo en la vida va dejando poso, y  aquella música que ponían en el tocadiscos mis hermanas, no iba a ser menos. Recuerdo Stay de Jackson Browne, Year of the Cat de Al Stewart, Rockollection de Laurent Voulzy, algunas de The Beatles, Bee Gees... Una larga lista que bien podría corresponder a los Nº1 de los 70. No creo que ellas llegasen a imaginar que todas aquellas canciones que escuchaban fuesen a quedar en mi memoria, sonando en mi cabeza para siempre.

viernes, 20 de mayo de 2011

Haciendo limpieza

Para no complicar mi apacible existencia, intento no pensar en todos los derechos que tengo, los que no tengo y los que aún teniendo, me quieren prohibir. Pero siempre hay alguien que me lo impide, con argumentos que hacen que tenga que retirar rápidamente todas mis telarañas.

jueves, 19 de mayo de 2011

Cinema Paradiso

A menudo me olvido de esa película que me gustó tanto que podría ver mil veces sin que llegue a aburrirme. Pero el tiempo pasa y queda aparcada una buena temporada, hasta que la recupero y entonces la vuelvo a disfrutar, con sus intrigas, sus personajes y el desenlace, que es capaz de emocionarme tanto o más que la primera vez.

viernes, 13 de mayo de 2011

Años luz

Acostumbrada a desaparecer de cualquier lugar en el momento menos pensado y a dejar atrás personas a las que sabía con seguridad que no volvería a ver porque siempre había utilizado el tiempo como recurso para distanciarse, rompió sus reglas para poner en marcha un juego. Un gran recorrido y un grupo de personas deberían confluir en un lugar del espacio. No era una tarea fácil, de entrada hizo un estudio de la predisposición de los jugadores: sabía que alguno después de tanto tiempo buscaría una excusa para no acudir al punto de reunión, con lo cual usó lo que muchos encuentran despreciable, el poder del encanto natural. Ninguno de ellos, tras haber aceptado participar, podría abandonar la partida.
Después de conseguir los jugadores, necesitó un mapa para encontrarlos y un poco de persuasión para llevarlos al tablero. Nunca se supo quienes llegaron al final, pero los que creyeron terminar la partida notaron que la que los había reunido no estaba allí, los esperaba muy lejos, en el siguiente nivel del juego.

martes, 10 de mayo de 2011

Carta para Cenicienta

Entre los papeles que se encontraron en el viejo sótano de una casa abandonada, con los cristales rotos y las cortinas de colores ondeando al viento, había una carta. Estaba dentro de un sobre y quien lo halló decidió abrirlo porque no decía a quien iba dirigido. Pero una vez que leyó su contenido entendió que quien remitía la carta se despedía de un personaje de cuento, porque aparte de firmar como "Tu Hada Madrina", decía que cuando llegase la hora y el reloj diese la última campanada de medianoche, la niña debería marchar sin mirar atrás, teniendo buen cuidado de no dejar siquiera un zapato en la escalera, ya que allí no estaría su príncipe, sólo personas, un vacío, su recuerdo y un Hada.


sábado, 7 de mayo de 2011

Níspero del Japón

De todos los contenidos variados que puede tener una caja de zapatos, el que más llamó la atención aquella temporada fue un jardín. Se trataba, según su dueña, del jardín con más plantas y flores que cualquier jardinero pudiese soñar, con gran variedad de especies, traídas de muchos países para asegurar los colores en las cuatro estaciones, y no había ninguna repetida. Pero una ráfaga de viento, de esas que tanto llevan noticias como hacen caer las hojas en otoño, lo contó en diversos lugares y muchos intentaron ver aquel jardín. Los más caprichosos ofrecieron fortunas a cambio de la miniatura que imaginaban, de la que sólo habían oído hablar. Cuando su dueña se enteró, ofreció la caja y su contenido a quien le trajese un árbol para completar su jardín, y esperó varios meses, viendo pasar árboles enormes, pequeños, árboles preciosos, pero ninguno acorde con su jardín de caja de zapatos. Hasta que un día, alguien le entregó la semilla de un Níspero del Japón y ella, entonces, abrió la caja y colocó la semilla junto a todas las demás.

martes, 3 de mayo de 2011

Handmade

En los tiempos en que se creía que todo estaba perdido y que ya nada podría despertar nuestro interés, aparecieron ellas, con aire fresco, ojos grandes y el cabello ligeramente despeinado que les da ese toque romántico que las hace especiales, y con un encanto que sólo aquella que las crea es capaz de plasmar en una simple camiseta, broche, pendientes o colgante, otorgándoles así la vida.